Los intelectuales, académicos, poetas, literatos, músicos, en
definitiva, la “inteligentsia” del siglo pasado no ocultaron su
preocupación por las clases explotadas y su oposición al capitalismo y
sobre todo al fascismo. Los mas acabaron sucumbiendo a la influencia del
capital y a la fama individual, pero lo menos, los artistas
consecuentes con su trabajo decidieron continuar poniendo su arte al
servicio de las clases explotadas y mostraron su apoyo a los comunistas que luchaban por esa misión.
El compositor alemán-austríaco Johannes Eisler o Hanns Eisler fue uno
de los compositores de música clásica europea más importante del siglo
pasado. Hans fiel amigo de Bertolt Brecht nunca ocultó su cercanía con
las ideas comunistas, pese no haber militado en el Partido Comunista de
Alemania, él se sumó al Realismo Socialista que tanto se practicaba en
la Unión Soviética. En la República de Weimar junto a su colega Bertolt
Brecht compusieron canciones protestas desde las perspectivas de las
clases desfavorecidas del país para concienciar a las masas explotadas.
Cuando, los nazis con Hitler a la cabeza llegaron al poder, Hanns y
Bertolt emigraron a los EE. UU donde compusieron música para varias
películas de Hollywood y donde vivieron hasta el final de la II Guerra
Mundial.
En la Guerra Fría, Hans fue censurado en los Estados
Unidos y le llamaron el “Karl Marx de la Música”, por lo que tuvo que
regresar a Alemania, pero a la República Democrática de Alemania. Allí,
compuso una de sus canciones más conocidas “Auferstanden aus Ruinen” que
sería el himno nacional de la RDA. Cuando, Bertolt Brecht falleció,
Hans entró en una fuerte depresión de la que nunca pudo recuperarse y
falleció en 1962 y fue enterrado cerca de la tumba de Bertolt Brecht.
de los compositores de música clásica europea más importante del siglo
pasado. Hans fiel amigo de Bertolt Brecht nunca ocultó su cercanía con
las ideas comunistas, pese no haber militado en el Partido Comunista de
Alemania, él se sumó al Realismo Socialista que tanto se practicaba en
la Unión Soviética. En la República de Weimar junto a su colega Bertolt
Brecht compusieron canciones protestas desde las perspectivas de las
clases desfavorecidas del país para concienciar a las masas explotadas.
Cuando, los nazis con Hitler a la cabeza llegaron al poder, Hanns y
Bertolt emigraron a los EE. UU donde compusieron música para varias
películas de Hollywood y donde vivieron hasta el final de la II Guerra
Mundial.
En la Guerra Fría, Hans fue censurado en los Estados
Unidos y le llamaron el “Karl Marx de la Música”, por lo que tuvo que
regresar a Alemania, pero a la República Democrática de Alemania. Allí,
compuso una de sus canciones más conocidas “Auferstanden aus Ruinen” que
sería el himno nacional de la RDA. Cuando, Bertolt Brecht falleció,
Hans entró en una fuerte depresión de la que nunca pudo recuperarse y
falleció en 1962 y fue enterrado cerca de la tumba de Bertolt Brecht.
En 1930, Hanns Eisler comenzó su colaboración permanente con el escritor
Bertolt Brecht, produciendo inmediatamente la obra "Die Massnahme" y
una de las primeras obras importantes del realismo socialista, la
cantata en movimiento "Die Mutter" (La Madre, 1932), basada en la obra del mismo nombre del escritor Maxim Gorki.
Dicha obra contiene elementos neoclásicos, coros energéticas ("Der
Zerrissene Rock", sobre unos jefes de fábricas que se burlan de las
necesidades de los trabajadores, y "Grabrede" ("Oración Fúnebre"), una
melódicamente poderosa armonización de canto gregoriano), y arias (la
canción cuasi - dodecafónica extraordinariamente bella "Lob der Sache
dritten" ("Elogio de la tercera cosa"). El coro final contiene la imagen
de la Madre que lleva la bandera roja, incansablemente.
El álbum es una grabación de los tiempos de la RDA basada en la cantata
"Die Mutter", con coro y orquesta de la Academia de Música "Hanns
Eisler" y Käthe Reichel, Hilmar Thate y otros.